Así se escribe una de ciencia ficción

Como en las películas, donde el “vivo” abusa de algún momento de autoridad para saltar obstáculos por sobre los “tontos”, así comenzó esta obra que desde el Tribunal de Disciplina y del Colegio de Arbitros de la Liga de Fútbol de Olavarría comenzaron a armar dando por sentado que no se les escapaba ningún detalle.
La historia comenzó con un hecho lamentable el 26 de julio, cuando el jugador de Atlético Hinojo Jorge Montero agredió físicamente al árbitro Eliseo Acosta. Un punto de partida que bien podría haber sido evitado cuando el futbolista se retiraba del campo de juego tras haber asumido su error de la doble amarilla.
Pero por algo la película cambió de rumbo. Un actor principal tomó cartas en el asunto y con una sola frase fue cómplice de un hecho ajeno a lo deportivo: “viste que te iba a echar, pavo”, fueron las palabras justas para desatar lo irremediable.
De allí en adelante, las culpas cayeron sistemáticamente para una sola cara de la moneda, del lado del “tonto”: Hinojo. El fútbol del pueblo asumió el error de su jugador pero luego se vio envuelto en cuestiones que extralimitaron lo meramente deportivo porque a la película le faltaba acción y había cosas para tapar. Y los directores de la obra siguieron retocando el guión.
Unas horas después del exabrupto, los medios de comunicación, antes que lo sepan los clubes, el Tribunal de Penas y el Colegio de Arbitros, ya hablaban de jugadores informados para el visitante. Desde allí, el film comenzó a tener ribetes raros que parecían pasarse por alto. Como por ejemplo un tardío informe de lo sucedido por parte de la terna arbitral, donde daba el número exacto de jugadores informados para que el encuentro (1-1) no pudiera continuar reglamentariamente. O que los informados sean cuatro actores principales de Hinojo: el arquero, el dos, el cinco y el nueve, la columna vertical de un equipo. Eso también parecía extraño…
Por eso surgió el sentimiento espontáneo de un verdadero grupo de jugadores para presentarse un día después en la casa madre del fútbol de Olavarría . Y como en esas series policiales donde el que juzga y tiene la decisión final, además de tener los oídos tapados, también es el mismo que comete errores para ser juzgado y no convalida la defensa para el acusado. Así pareció pasar ese momento donde los “tontos” se sintieron verdaderamente impotentes y creyeron por un momento en la cordura de la “justicia”.
Una semana después se pudo divisar de a poco lo contrario, cuando se confirmaron las bajas (maquilladas con un 3-0 de local ante El Fortín).
Pero la película aún no tenía un desenlace y guionistas de la obra buscaron la conveniencia, donde unos muchos se benefician y unos pocos se perjudican. Porque el guión pasó a ser bien de ciencia ficción dentro de una historia real, bien cerca de la ilusión, de la mentira, de la patraña. En la película hubo datos improbables, inexistentes, y los directores siguieron rodando como si nadie se diera cuenta. Y metieron mano en el final sentenciando a un jugador (12 fechas para Alejandro Santana y partido ganado a Estudiantes), a un plantel, a un grupo de trabajo, etc., porque les parecía que ese final le caía bien a la película, subestimando a los verdaderos actores…

El actor que no podía actuar

Una semana después de la agresión de Jorge Montero (2 de agosto de 2009), el árbitro Eliseo Acosta fue enviado por el colegio de árbitros a dirigir la semifinal de la liga de Coronel Suárez, en la victoria de Tiro Federal de Puán 3-0 sobre Peñarol de Pigüé (en la foto agredido por un jugador expulsado de Peñarol - ver notas http://www.oasisfmpuan.com.ar/Deportes.html, http://www.ligasuarense.com/tiro-federal/904-club-atletico-penarol-0-vs-tiro-federal-de-puan-3). ¿Y ustedes se preguntarán qué tiene de extraño esto? Es que desde la misma casa madre del fútbol de Olavarría y el mismo árbitro, pasaron por alto el informe médico de 7 (siete) días de reposo por una luxación de hombro producida el domingo 26 de julio…