jueves, 2 de julio de 2009
Te acordás?
Diario El Popular, Lunes 21 de Mayo de 2001.
AL FINAL HINOJO
EL POPULAR / Daniel Lovano
Con Atlético Hinojo en su cancha no hay que descuidarse.
Ayer le pasó a San Martín lo que antes le había acontecido a Estudiantes: cinco minutos más allá del tiempo regular apareció el botín de Héctor Castañares (como alguna vez lo hizo Hernán Anzuino con su cabeza), para desviarle la trayecoria a un tirito de Sampaoli y darle otros tres puntos a su equipo, cuando nadie pensaba en otra cosa que en un injusto reparto de unidades.
Porque no tuvo luces y le faltó precisión en los últimos metros, el viejo Atlético -que no le había permitido salir a San Martín a lo largo de todo el segundo tiempo- empezaba a resignarse ante el empate. Entonces apareció Leo Sampaoli en el vértice del área, sacó un derechazo mordido que pedía permiso para llegar a las manos del arquero de San Martín, pero puso el empeine el goleador a la altura del punto del penal y provocó el estallido en el "Enrique De la Quintana" con el grito.
Lo que era silencio de cementerio, fue locura. El transcurrir de la multitud con las manos en los bolsillo, para disimular el frío que empezaba a hacerse sentir, le dio paso a locas carreras del lado de afuera del alambrado.
Castañares encontró el arco que se le andaba escapando por la tarde y estalló Hinojo.
Movieron del medio y Marcelo Cendra marcó el final. Igual que contra Estudiantes. Y fue fiesta por un rato, de los jugadores adentro de la cancha y de la gente afuera. Los primeros la siguieron en los vestuarios, los segundos a lo largo de toda la avenida Crotto.
Atlético Hinojo terminaba de ganar la primera rueda del "Clasificatorio", con un partido pendiente que, cuando se juegue, podría extender la brecha con sus perseguidores a números casi definitivos.
La chatura del espectáculo fue más chata en el segundo tiempo que en el primero, porque hasta el intervalo a San Martín le había salido bastante bien la idea de parar a Hinojo en la mitad de la cancha.
Sin apariciones lúcidas, las llegadas frente a los arcos se produjeron por errores defensivos hinojenses, o porque a los defensores de San Martín (menos a Suárez) les daba mucho trabajo aguantar a Castañares de espaldas al arco. Ni hablar de anticiparlo, y mucho menos detenerlo cuando salía lanzado para adelante, aunque en las situaciones de Hinojo no aparecieron sus delanteros, ni Miguel Kuhn, sino Bustamante. Casi en todas estuvo el ex volante de Loma Negra y en cada pelota propicia no pudo disimular la falta de oficio dentro del área.
Más claras fueron las de San Martín: una de Arbe que, a tres metros del arco, se le fue por arriba del travesaño; una volea del pibe Ferreyra que acarició un palo y una tapada de Alveira al mismo Ferreyra, tras una falla de Cardoso.
El segundo tiempo fue un monólogo de Hinojo que aparentaba estar mejor fisicamente, y el partido se recostó definitivamente en los límites del área grande de San Martín. Con el ingreso de Hammerschmidt, Cristofanelli consiguió un poco más de fluidez en el traslado, pero la pelota ingresaba en el último tramo de la cancha y se escapaban las ideas, cuestión en la que se anotaron varios: Anzuino, Manteiga, Olivera, Castañares, entre otros.
No había más tiempo, la estoica defensa aurinegra saboreaba el empate, pero con Hinojo en su casa nunca hay que dar nada por seguro.
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